martes, 26 de abril de 2011

ECONOMÍA ISLÁMICA.



La Economía Islámica, como rama de la Economía Contemporánea se encuentra en la actualidad en sus fases iniciales de desarrollo. Podríamos señalar la década de los 60 como punto de inicio de la investigación organizada en este área del conocimiento.


En esa época, a raíz de los movimientos socioeconómicos que se produjeron en los países de mayoría religiosa islámica, los pensadores musulmanes comenzaron a examinar su propia posición desde la perspectiva del Islam, articulando una aproximación islámica a muchos de los problemas que se estaban suscitando en estos países1.


Este movimiento inicial se aceleró inmediatamente debido al proceso descolonizador que se estaba produciendo en el área, así como por la necesidad que tenía su población de reconstruir sus esquemas sociales a la luz del Islam2. En una primera fase, la confrontación directa con la realidad la llevaron a cabo los agentes sociales más radicales, entre los que se encontraban los de tendencia izquierdista, y los reformadores sociales islámicos radicales. En esta fase, se incidió en la aplicación de las enseñanzas económicas del Islam y la actuación se centraba en la crítica, desde el punto de vista islámico, de la Teoría Política y Económica del Occidente contemporáneo.


Más adelante, y una vez pasada la marea revolucionaria, el protagonismo de la acción fue asumido por los economistas musulmanes y otros profesionales afines, que se fueron interesando en esta nueva interpretación de la Economía.



Organización Económica árabe:



1. La agricultura, trasladaron a España el arte de la irrigación que aprendieron en Egipto; usaron los canales, acequias, fuentes y pozos de agua. Introdujeron nuevos cultivos y frutos a Europa como el algodón, caña de azúcar, limón, naranja, palmeras, dátiles, morera, etc.



2. Industria, desarrollaron las técnicas de la fabricación de armas de acero (Toledo y Damasco), de alfombras (Bagdad), sedas y gasas (Mosul), y otros como la industria del cuero, perfumes, vidrios y joyas.



3. Comercio, se convirtieron en el puente natural entre Oriente y Occidente, se trasladaban grandes caravanas de camellos del mar Mediterráneo al Océano Indico. Los principales centros comerciales eran Bagdad, Alejandría, Damasco y Córdoba en donde se podía comprar porcelanas; sedas, te (china), perlas, maderas finas y especias (India), marfil y esclavos (África), incienso y mirra (Sur de Arabia).

No hay comentarios:

Publicar un comentario